- Título: El azar y viceversa
- Autor: Felipe Benítez Reyes
- Editorial: Destino
- Páginas: 512
- Precio: 21 euros
- Sinopsis (de la web de Planeta): Nacido en Rota, un pueblo sureño marcado por la presencia de una base militar norteamericana, el protagonista tendrá muchos oficios, conocerá los caprichos de la buenaventura y de las adversidades, las quimeras cumplidas y los ensueños malogrados, la deriva y el rumbo. Como telón de fondo, la penumbrosa España franquista, los años equívocos y aventureros de la Transición y nuestro presente de oportunistas disfrazados de redentores. Benítez Reyes dibuja un personaje que se quedará grabado en la memoria del lector: un superviviente perpetuo, servidor de muchos amos; un optimista melancólico al que no le asusta la mala suerte. Esta es una historia de contrastes: alegre y estremecedora, realista y enigmática, trepidante y reflexiva, desternillante a ratos y a ratos escalofriante. Como la vida misma.
- Valoración: 9. Magnífico.
Todos tenemos lecturas que nos han marcado. Por la razón que sea, han dejado en nosotros huella. Maniático como soy en algunas cuestiones, quien suscribe las tiene agrupadas en una misma estantería. Son el tesoro más preciado, posiblemente algo caótico, sin demasiados elementos comunes ni hilos que le otorguen una mínima coherencia ni siquiera para uno mismo. Allí hay una quincena de títulos como Los cinco y el tesoro de la isla (Enid Blyton), Madame Bovary (Gustave Flaubert), El honor perdido de Katherina Blum (Heinrich Böll), El arte del yo-yo (Juan Bonilla), La tres bodas de Manolita (Almudena Grandes), Patria (Fernando Aramburu)... y tres de Felipe Benítez Reyes: Humo, El novio del mundo y El azar y viceversa.
Quizá por eso me cueste tanto escribir esta reseña. Siento un respeto máximo. Y cierto miedo a no estar a la altura. Debo reconocer, además, que siento debilidad personal y literaria por Felipe Benítez Reyes. Eso también influye en el temor a no ser todo lo objetivo que una reseña mínimamente decente requiere. El que sea roteño como yo no tanto, pues nunca he creído en el patriotismo local como argumento para defender las bondades de nada, aunque sí he de reconocer que resultó determinante para que empezase a leerle hace ya un buen puñado de años.
Al lío. El Rányer enamora. Es un sinvergüenza simpático. También un protagonista atípico. Como atípica es también la literatura de Benítez Reyes. El primero es un pícaro de esos que saben ganarse la vida en las circunstancias mas inverosímiles que uno se pueda imaginar; el segundo, un escritor que gusta de recurrir al molde pícaro (expresión copiada del suplemento cultural 'Babelia' del diario El País) para ofrecernos nuevamente una orgía de imaginación e ingenio, una experiencia literaria tan irreverente como estimulante.
'El azar y viceversa' arranca sonrisas y carcajadas, emociones, sorpresas... Conmueve y divierte, y todo con un pulso narrativo de nuevo ejemplar, que consigue atrapar desde el principio. Es Felipe Benítez en estado puro: ácido, melancólico, irónico, sutil, elegante... El que también reconocemos, por ejemplo, en El novio del mundo (será reeditado en enero del año que viene) o Mercado de espejismos (Premio Nadal 2007). Incluso en Humo, ganadora del Premio Ateneo de Sevilla en 1995.
Juan José Téllez decía que este libro es también un homenaje al trapicheo y a la economía sumergida. En parte sí, pero es mucho más. Los escenarios que describe, Cádiz, Sevilla y sobre todo un Rota marcado por la presencia de la base americana en los años del final del Franquismo e inicios de la Transición, sirven de excusa para un ejercicio de estilo y lenguaje magistral que constituye, sin duda, la esencia de esta obra. Al igual que los personajes, no solo el protagonista Rányel, sino también una excelente corte de secundarios.
Creo que es también un sincero ejercicio de memoria (un concepto tan presente en toda la obra literaria de Felipe Benítez). Tiempo, pasado, recuerdo, melancolía, humor, literatura... Un conjunto, en definitiva, que supone un derroche de imaginación y un auténtico regalo para los sentidos.
Como dijo aquél, pasen y lean.
Sí señor, de las reseñas más estimulantes que he leído sobre el Azar y viceversa.Y no se puede decir mejor ni más brevemente.Pasen y lean.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa, de verdad. La verdad es que siento debilidad por Felipe Benítez desde hace ya muchos años. De todas formas, más allá de 'forofismos', pienso que ésta es una de sus mejores obras, sino la mejor.
EliminarDesde luego, una de las mejores novelas que he leído últimamente. La cogí con ganas y no me ha defraudado, es más, ha sido una grata sorpresa porque no hay momento en ella que sea de menor calidad o interés. Comparto tu opinión, compañero. Por cierto, enhorabuena por tu blog. Es mi primer comentario a tus posts y seguro que no será el último ;)
ResponderEliminar¡¡Gracias, compañera!! Y creo que te parecería mejor todavía si pudieses reconocer esos ambientes roteños de los años 70 y 80 que tan bien describe, con tanta elegancia y con ese humor tan peculiar. Como sabes, yo los he vivido, en muchos casos de forma muy intensa, y te puedo garantizar que lo clava.
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