jueves, 30 de marzo de 2017

Revindicando a TBO

Antes de nada, pedir disculpas por haber tenido abandonado este blog durante cerca de un mes. Como se supondrá, ha sido por causas de fuerza mayor. En este caso, una fuerza mayor positiva para su autor y sobre la que espero poder ofrecer detalles en este mismo blog en los próximos días.

Y he decidido retomarlo con una entrada dedicada al mundo del cómic, una afición que me atrapó hace casi 40 años con unos ejemplares de Zipi y Zape y Mortadelo y Filemón cuya adquisición suponía para mí todo un acontecimiento, una especie de ritual por el que me dejaba llevar todas las semanas, muchas veces de la mano de mis padres o de mi tío Manolo en verano, o que cumplía en solitario si era necesario. Sigo con esa afición, aunque debo reconocer que de forma menos compulsiva. Tres estanterías de mi biblioteca dan fe de ello. Mantengo ejemplares de los personajes de Ibáñez y Escobar, ¡faltaría más!, pero ahora acompañados por otros de Superlópez, Makinavaja, Historias de la puta mili, Mafalda, Batman o Escuadrón Suicida, y otros de autores para un público más 'adulto', como Joe Sacco (muy recomendable).


Y, cómo no, de TBO, un cómic este último, que nació en marzo de 1917 al precio de 5 céntimos, hace justo un siglo, que se dice pronto. Sus historietas, muchas de sus secciones y personajes, me siguen pareciendo pequeñas obras de arte, en algunos casos auténticas novelas gráficas que lograban enganchar. Humor blanco y sencillo, adaptado a los tiempos que le tocaba vivir en cada momento. Tal fue su éxito e influencia que logró que en España se adoptase su nombre para referirse a cualquier cómic.

Desapareció en 1998, apenas 15 años después de que lo adquiriese Editorial Bruguera, curiosamente su principal rival, que no atravesaba entonces precisamente sus mejores momentos. Sus intentos por revitalizar una cabecera que llevaba ya un tiempo languideciendo. Pese a ello, releerlo hoy en día es un hábito que reivindico a todo aquél, nostálgico o no, que guste de ese humor tan característico.

Leo que el Salón del Cómic de Barcelona que empieza precisamente hoy (jueves 30 de marzo) un homenaje. Espero que esté a la altura. Tiene buena pinta, desde luego. Josechu, el vasco, Altamiro de la Cueva o Los Inventos del TBO lo merecen.