lunes, 19 de junio de 2017

Reseña: 'De qué hablo cuando hablo de escribir', de Haruki Murakami

  • Título: De qué hablo cuando hablo de escribir
  • Autor: Haruki Murakami
  • Editorial: Tusquets
  • Páginas: 304
  • Precio: 19,90 euros
  • Sinopsis: Haruki Murakami encarna el prototipo de escritor solitario y reservado. Se le considera extremadamente tímido y siempre ha reconocido que le incomoda hablar de sí mismo y su visión del mundo. Ahora, en este libro, rompe su silencio para compartir su experiencia como escritor y como lector. Reflexiona sobre la literatura, la imaginación, los premios literarios y la figura del escritor. Aporta ideas y sugerencias para los que afrontan el reto de escribir. Pero los lectores descubrirán en estas páginas, sobre todo, a la persona.
  • Valoración: 5. Ni frío ni calor. Para muy fans de Murakami.



Creo que ésta va a ser una de las reseñas más cortas que he escrito. No hay mucho que contar. No porque no merezca la pena nada de lo que hay en las 304 páginas de este libro, que algunas hay, desde luego, sino porque creo que esta referencia sobre la última obra de Haruki Murakami se podría resumir perfectamente con la manida frase de 'solo para muy fans'.

Comparto la idea del escritor japonés de que hablar del oficio de escribir implica hablar también de uno mismo. Y eso es lo que hace en este libro: reflexionar sobre su trabajo (me gusta ese concepto que tiene de su actividad) y sobre aquellos aspectos de su existencia que de alguna manera han tenido o tienen que ver con el mismo. Porque la experiencia vital de uno influye en su forma de escribir y de entender el oficio.

Así, por ejemplo, nos enteramos en estas páginas de que nunca le gustó demasiado estudiar, que siendo joven emprendió diferentes negocios con suerte muy diversa, que empezó a escribir tarde (a los 30), que gracias al premio que ganó con su primera novela encontró el valor para seguir escribiendo... También algunas 'costumbres' a la hora de trabajar, como que se marca la obligación de escribir 10 páginas diarias (la perseverancia para él es clave), sin preocuparle demasiado el resultado del primer borrador de la novela, ya que después se embarca en unas fases de reescritura, cuya descripción posiblemente constituya la parte más tediosa de De qué hablo cuando hablo de escribir.

Emplea un lenguaje sencillo, tanto que en ocasiones uno tiene la sensación de que está escuchándole en una conversación, y hay momentos en lo que peca de repetitivo. Y de una modestia a veces un poco cargante. Abusa del 'creo', 'pienso', 'opino'... Es muy evidente que le incomoda hablar de sí mismo.

Me quedo, eso sí, con una reflexión que realiza al final del libro y que supongo que, en cierta medida, es lo que ha pretendido transmitir con este libro: hay que observar más. Quizá nos perdemos demasiadas cosas por no hacerlo.

Uno está empezando ahora a descubrir la obra de Murakami. Y, de momento, lo que he leído, me está gustando. En breve me extenderé con alguna reseña. Creo, de hecho, que es uno de los escritores más interesantes del momento. De qué hablo cuando hablo de escribir, sin embargo, no le hace justicia. Insisto en la idea inicial: solo recomendable para muy fans de Murakami.

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