jueves, 22 de diciembre de 2016

Lector compulsivo

Leer es una de mis pasiones. Disfruto con un buen libro. Creo que soy un lector compulsivo. Me temo que también un comprador compulsivo. Rara es la semana en la que no compro al menos uno, algo que debo reconocer que conlleva también algunos inconvenientes, sobre todo referentes al espacio (que le pregunten a mi esposa) y a la acumulación de títulos pendientes de leer. Esto último puede llegar a generarme cierta ansiedad, aunque pienso que estoy aprendiendo a sobrellevarla poco a poco. Incluso diría que es un estado que ha llegado a gustarme, quizá por la perspectiva continua de que algo bueno puede esperarme entre las lecturas que me aguardan. Confieso que en estos momentos mi estantería de 'pendientes' puede estar compuesta por más de una veintena de libros.

libro

Pienso que ser un lector compulsivo tiene sus ventajas. Por ejemplo, ser capaz de llevar varias lecturas a la vez. Igual puedo repartir mi tiempo entre una novela o dos novelas, un ensayo y un tebeo o un cómic, por ejemplo. Sí, un tebeo. O un cómic. Los hay muy buenos. Mejores que muchos libros. Auténticas novelas gráficas que pueden hacerme disfrutar tanto o más que una buena novela. Joe Sacco, Ibáñez, Ivá, Quino, Paula Bonet... El listado de autores sería bastante extenso.

Con un buen libro puedes emocionarte, entretenerte, aprender, divertirte, informarte, pensar, reírte, viajar... Todo ello a la vez ya sería demasiado, aunque se dan casos; pocos, la verdad, pero los hay. Pero yo soy de los que opina que en ocasiones basta con cumplir uno de esos objetivos para que un libro sea bueno. Por ejemplo, si yo compro un manual de marketing digital, lo que espero al leerlo es que me enseñe herramientas para desenvolverme con un mínimo de decencia en ese mundo; no aspiro a encontrar literatura de 'calidad' en sus páginas. Si cubro mis expectativas, ese libro, para mí, será bueno. Luego podrá, además, resultarme más o menos entretenido, más o menos divertido, más o menos eemocionante... Lo mismo podría decirse cuando compro un tebeo de Mortadelo: sé lo que me puede ofrecer y sé lo que espero, y si se cubren mis expectativas consideraré que se trata de un buen trabajo. O al menos que no me habrá defraudado.

De todo ello pretendo hablar en este blog. De libros y de todo lo que tenga que ver con ellos. No solo críticas de títulos que yo haya leído, también opiniones sobre cualquier aspecto relacionado, de mayor o menor actualidad. Desde un autor, una librería, un próximo lanzamiento, una adaptación cinematográfica, ventas, declaraciones, entrevistas... Da igual. No quiero poner límites. Al menos de momento. Quiero que este sea el blog de un lector compulsivo, en toda su extensión, con todo lo que eso conlleva. Para bien y para mal. Y, desde luego, lo que sí puedo garantizar desde ya es que siempre escribiré con la mayor libertad y honestidad, aunque en ocasiones pueda no gustar a alguien.

Te invito a que me acompañes en este viaje y, sobre todo, a que me ayudes con tus comentarios, sugerencias y opiniones, a que el resultado merezca la pena. Yo te abro mi biblioteca; te invito a que, si te apetece, tú hagas lo mismo con la tuya. 

Si quieres conocerme un poco mejor, en mi biografía, en este mismo blog, puedes saber algo más de mí. Aunque en este caso supongo que más que quién soy, importa lo que leo.

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